Innovación Internet de las Cosas (IoT)
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El Internet de las cosas como negocio

Artículo original de José Antonio Ferreira, «El Internet de las cosas como negocio», publicado en Economía Digital el domingo 17 de noviembre de 2018.

Todo el mundo sabe que el sector tecnológico tiene futuro, eso es obvio. Cuando un estudiante de bachillerato se encuentra en la fase de contemplar cuáles pueden ser sus salidas al mundo profesional y decidir qué formación va a recibir, estoy seguro de que a un porcentaje muy importante se les pasa por la cabeza dedicarse a algo relacionado con la tecnología.

La mala noticia es que no todo el mundo está dotado para hacer una ingeniería o una carrera técnica en general. Esto no hace más que enriquecer al género humano, ya que por suerte no todos somos iguales y el nivel de aportación a la comunidad es necesariamente diverso.

Solo uno de cada cinco alumnos que cursa una ingeniería consigue licenciarse.

Una de mis hijas empieza este año el segundo curso de ingeniería informática y me ha dado un dato muy importante: solo el 20% de los alumnos de su clase que comenzaron primero van a realizar segundo.

Solamente uno de cada cinco alumnos que cursa una ingeniería consigue licenciarse. Esta estadística no se corresponde solo con la clase de mi hija; contrastando datos se corresponde más o menos con los de toda la facultad, e incluso con los de todas las facultades de informática españolas.

La clave está en la escrupulosa relación entre tu vocación personal y tus aptitudes intelectuales. Hay personas que traen de serie aptitudes para las ciencias como las matemáticas, la física y otras, y sin embargo les cuesta un mundo hacer un comentario de texto o escribir un pequeño relato.

No todo en el mundo tecnológico es programar software, sino que también se deben tener aptitudes humanas.

Lógicamente con esfuerzo se puede conseguir todo, pero siempre es mucho mejor y requerirá menor gasto en empeño dedicarnos a algo para lo que venimos dotados de serie y además lograremos alcanzar más altas cotas en nuestra profesión.

En cualquier caso, hay muchas maneras de dedicarse a la tecnología, ya que no solo se trata de diseñar y programar software o diseñar circuitos electrónicos. De nada sirve inventar o fabricar algo si luego no tenemos a quién vendérselo y eso supone un proceso tan importante como el primero.El IoT nos abre puertas de dimensiones impredecibles

El IoT nos abre puertas de dimensiones impredecibles.

De hecho, yo establecería el siguiente proceso: detectar las necesidades, darles una solución viable tecnológicamente, comprobar su viabilidad económica y, por último, proceder al diseño técnico de la solución para su posterior implementación.

Ahondando sobre esto, me gustaría decir que este es un error habitual en el mundo tecnológico: inventar y desarrollar algo primero para luego buscar quién lo compre, cuando el proceso lógico y adecuado es exactamente el contrario.

El marketing digital, el emprendimiento tecnológico o la consultoría son salidas que no pasan necesariamente por formarse técnicamente. Como negocio, elInternet de las cosas (en inglés, Internet of things, abreviado IoT) nos abre puertas de dimensiones impredecibles.

El IoT pone ante nosotros la capacidad de sensorizar lo que hace unos años era inimaginable y como consecuencia poder monitorizar procesos y operaciones con el objetivo primario de optimizar cualquier tipo de sistema.

El IoT es como si le hubiésemos puesto una nueva piel al mundo con todas las capacidades receptivas de una epidermis.

El negocio de los datos.

Es el alimento principal del Big Data, cuya labor es la de acumular, relacionar y procesar grandísimas cantidades de datos de unas características determinadas (como su fiabilidad, cantidad, origen…), que nos permitan visualizar modelos o patrones de comportamiento que a la larga nos ayuden a hacer predicciones interesantes para conseguir los objetivos que nos hayamos marcado.

El Internet de las cosas está claro que no solo será, sino que ya es, una buena área para hacer negocios de futuro, solo hay que entenderla y ponerse a trabajar.

Encuentra tu vocación, detecta tus aptitudes, ármate de gran cantidad de actitud y procede en consecuencia.