Innovación Tecnología
mobile world congress 2018

El mejor amigo del hombre: del perro al robot

Artículo original de José Antonio Ferreira Dapía, publicado en La Región en la edición del domingo 11 de marzo de 2018.

Con más de 2.300 empresas tecnológicas ofreciendo todo tipo de soluciones de software, hardware, accesorios, infraestructuras, equipamiento y un largo etcétera de productos, la experiencia de estar en el Mobile World Congress (MWC 2018) fue increíble. Todo un montaje para satisfacer la curiosidad tecnológica de unos 107.000 visitantes.

Recuerdo el primer GSM World Congress en el año 2006, que escasamente ocupaba las instalaciones de la Fira en la Plaza de España de Barcelona, lugar donde ahora se alojan únicamente las startups, ya que el grueso de los expositores se encuentra en las nuevas instalaciones de la Fira en Hospitalet.

Los protagonistas del MWC 2018 fueron seguramente la inteligencia artificial, el blockchain, los smartphones de todos los tamaños, los drones, las cámaras 360º, la realidad aumentada, el 5G y mucha realidad virtual para vivir nuevas experiencias.

Todos los operadores de telecomunicaciones del mundo estuvieron en Barcelona, desde la NTT japonesa a la americana AT&T, Telefónica, Vodafone, etc. Todos coinciden en que la tecnología 5G será clave para el desarrollo del vehículo autónomo o la telemedicina.

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El robot Pepper.

En Barcelona también hice un nuevo amigo. Se llama Pepper y es un robot. Es muy majo, empatiza y no le gusta que le hagan cosquillas. Seguramente sea hijo, nieto o primo de Siri o de Alexa, quién sabe. Lo cierto es que te conmueve cuando te mira a la cara y se relaciona contigo, pero lo que más me impresionó de Pepper no fue lo que es hoy en día, sino lo que va a llegar a ser.

Viendo a Pepper no es difícil imaginar lo que la robótica y la inteligencia artificial podrán hacer por nosotros en los próximos años. Quizás cuidar a nuestros niños o a nuestros mayores, incluso cuidarnos a nosotros mismos. Estoy casi seguro que el robot va a sustituir al perro como el mejor amigo del hombre.

También me llamó mucho la atención la capacidad de proceso que tiene un pequeño smartphone que cabe en la palma de la mano. Hace diez años, esta capacidad no la hubiésemos imaginado ni en nuestros mejores sueños.

La ausencia de Apple en este evento y la hegemonía de las compañías chinas en el mercado tecnológico fueron otros asuntos de interés sobre los que se habló (y mucho) en el MWC 2018.

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La tecnología, un motor económico.

En Barcelona nos reunimos personas de todas las nacionalidades, razas, sexo y credos, interactuando con un único denominador común: la tecnología.

La tecnología es el motor económico del siglo XXI en todos los órdenes de la vida y lo que más me interesa de ella es cómo nos va a ayudar a mejorar nuestra calidad de vida en los próximos años.

Ya hay fecha para el MWC 2019, que será del 25 al 28 de febrero del próximo año, y a los que nos gusta la tecnología ya estamos expectantes para ver cómo nos van a sorprender una vez más. Atrás quedan las horribles comidas que has de tomar en el congreso por un precio absolutamente desorbitado, el dolor de cabeza y de pies, y las pocas horas que quedan para dormir cada día. Son días en los que el paracetamol y el ibuprofeno se convirtieron en mis mejores amigos, pero a pesar de todo, mereció la pena.

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El futuro del MWC.

Para terminar, es importante resaltar el hecho de que un evento tan influyente se celebre en España. Hablamos de un congreso con unas dimensiones y unas características tan grandes que nuestro país no se puede permitir el lujo de perderlo.

De momento, el Mobile World Congress tiene firmada su continuidad en Barcelona hasta el año 2023, pero la inconsciencia de algunos podría conseguir que este maravilloso evento vaya a dar con sus huesos en un lugar tan exótico y lejano como Dubái. Luego bramaremos por permitirlo y por no haber tomado las medidas para que esto no hubiese ocurrido.

De la misma forma que se dice que solo hay una oportunidad para causar una primera impresión, en este caso solo hay una oportunidad para perder uno de los eventos tecnológicos más importantes del mundo. Ojalá no tengamos que lamentarlo en un futuro.