Santiago lucha con un pez durante días, sin rendirse, a pesar de los tiburones y las ampollas. Es como el autónomo enfrentándose a la Agencia Tributaria, esa bestia marina que parece nunca saciarse.
Es en esta batalla constante donde los autónomos pueden encontrar una fuente de fortaleza, un motivo para superarse cada día, muy al estilo de lo que Nietzsche proponía con su superhombre.
Dejémonos de política y dediquémonos a lo que realmente importa: construir un futuro mejor a través de nuestras empresas. Y si los políticos deciden unirse a nosotros en esta noble tarea, serán bienvenidos.
Si lo que uno busca es inmunidad sobrenatural, resistencia al estrés y una habilidad sin igual para rechazar todo tipo de enfermedades, lo suyo es la autonomía laboral.
Ana es autónoma y ha conseguido todos sus logros gracias a tener que hacerse a simisma todo, a pesar de la climatología, de la salud o de los políticos.
La polarización de la sociedad. Es muy triste reconocer que nada en la historia unió tanto a las personas como tener un enemigo común.
Mas allá del mayor o menor reconocimiento de los empresarios que no son más que, en mi humilde opinión, el origen y el fin de la riqueza económica del país. El empresario representa todo aquello que nos diferencia del resto de los animales.