En mi larga carrera, he aprendido que el fracaso es un maestro más elocuente que el éxito. Las lecciones que se graban en el alma empresarial tras un fracaso son las que forjan los cimientos de futuros imperios.
A todos los que están al otro lado de la pantalla, les digo: no subestimen el poder de un modelo a seguir, ni el impacto de las palabras de aliento en el corazón de un niño. La tecnología es el lienzo, pero son ellos, con su imaginación y su esfuerzo, quienes pintan el futuro.
La clave para el avance en la investigación fue la tecnología. El análisis de ADN, una herramienta fundamental en la resolución de crímenes, permitió estrechar el cerco en torno al sospechoso.
Es lamentable observar cómo el sector del transporte en España, una industria con un potencial gigantesco, parece atascada en el pasado, encadenada por la brecha digital.
Que Galicia ocupe el penúltimo puesto de todas las autonomías en el proceso de transformación digital, medida en cuanto a la implantación del comercio electrónico, es especialmente preocupante.
Galicia, a pesar de ser la quinta comunidad autónoma en población, desciende al sexto puesto en materia económica.
La tecnología forma parte de nuestras vidas, ahora sí, debemos saber cuándo es necesaria y cuando no lo es tanto. Aunque sí es cierto que, a día de hoy, facilita mucho las cosas.
Por mi propia experiencia empresarial puedo afirmar que un mal endémico que nos persigue en Galicia es considerar a las empresas que vienen superiores en cuanto a calidad e infravalorar aquellos productos y servicios que nos ofrecen empresas gallegas.